¡Todo nuevo!
Se nos acumularon las novedades desde nuestra última entrada.
Los Loros – La Bota de Mateo 2017
Desde la bodega de Juan Francisco Fariña del Valle del Güímar en Tenerife, nos llega este listan blanco (palomino) criado en una bota jerezana que se usó para elaborar manzanilla. El vino tiene un carácter de flor muy marcado, aunque no ha tenido flor en su crianza. Los aromas y sabores de flor, unidos a la sabrosidad y buena acidez de la listan blanco, se unen para hacer un conjunto complejo. Recomendado para amantes de los vinos de crianza biológica al estilo de Jerez.
Capitán Beto 2017
De la mano de Michelini i Mufatto & González llega esta fresca mencia. Elaborado con el 30% del raspón y criado en ánforas de arcilla de 800 litros. Un vino que mantiene la fruta en primer plano aunque con un fondo de aromas terrosos que lo hace más atrayente. Sabroso, de fácil beber, de tanino bien pulido y con el carácter berciano y de mencía que nos gusta. Un buen trabajo de los enólogos argentinos que se han unido a Javier González.
Mundo Zeppelling Blanco de Palomino 2017
Otra muestra de que el palomino bien trabajada de viñas viejas se pueden elaborar vinos de gran interés. Uvas de un único viñedo de 1 ha, llamada La Calabaza, y con más de 60 años de edad. Levaduras autóctonas, crianza de 12 meses en barrica usada con algo de velo de flor. Vino sápido, con estructura y longitud, crianza medida y vida por delante.
Valle de San Jaime Brut
La bodega valenciana Valsangiacomo ha elaborado este Cava en ecológico con macabeo y chardonnay este cava brut, con uvas de la zona de Requena en Valencia. Con 9 meses de crianza en rima para mantener frescura y burbuja expresiva. Otro nuevo trabajo de estupenda relación calidad-precio-disfrute.
Ultraligero «Vino de sed» 2017
También de mano de Valsangiacomo nos llega esta novedad valenciana. Un vino elaborado con Garnacha y Pinot Noir llegado de 2 fincas (Fuenterrobles y Siete Aguas) a 750 m de altitud en la provincia de Valencia. Elaboradas por separado ambas uvas: el Pinot Noir se le hace un prensado directo para obtener un mosto flor de la mejor calidad, frescor y finura, y posterior fermentación a 14º. La Garnacha tiene una maceración prefermentativa en frio, y posterior fermentación en tino de 6.500 l. A los 2 meses se realiza el ensamblaje de los dos vinos para su posterior embotellado. Un vino “de sed”, ligero, fresco, con sabor frutales intensos y armónicos.
